Bonito riad con habitaciones limpias y cómodas

Baño con puerta, no cortina. Personal atento y amable, especialmente Younes.- Desayuno rico y abundante.- Traslado desde el aeropuerto recomendable.- Tranquilidad y descanso asegurados

No puedo encontrar nada malo.

Mi habitación era bien preparada y tenía un baño privado.

Ubicación: el hotel estaba justo al lado de del mismo centro y también del centro.

Desde el momento en que llegamos a este encantador riad, nos sentimos transportados a un verdadero oasis en el corazón de la bulliciosa ciudad. La ubicación es perfecta, a solo unos pasos del vibrante centro de la ciudad, lo que nos permitió explorar fácilmente todas las maravillas que Marrakech tiene para ofrecer. La habitación en la que nos hospedamos estaba decorada con un gusto exquisito, con detalles únicos que reflejan la autenticidad de la cultura marroquí. El baño tenía una puerta en lugar de una cortina, lo que fue un detalle agradable y sin duda un requisito imprescindible para nosotros. El servicio fue impecable, con el personal siempre dispuesto a ayudar y proporcionar recomendaciones útiles sobre lugares para visitar y restaurantes para probar. Cada mañana, disfrutamos de un abundante desayuno compuesto por delicias caseras y una gran variedad de opciones. Además, nos encantó la tranquilidad que se respiraba en el riad, un oasis de paz en medio del ajetreo y el bullicio de la ciudad. Aunque encontramos la barrera del idioma un poco difícil de superar, el encanto y la calidez del personal compensaron con creces esta pequeña dificultad. Aunque todo fue casi perfecto, es importante mencionar que la falta de fluidez en español e inglés por parte del personal puede ser un inconveniente para algunos turistas extranjeros.